Redacción, 18 de junio de 2020. Estamos a las puertas de celebrar nuestro taller número 100 y acumular un total de 1.000 residentes participantes que, junto a los profesionales de los centros y sus Directivos y más de 300 futbolistas
profesionales ya retirados, nos han acompañado en esta aventura.

Agradecemos a los profesionales de las Residencias y Centros de Dia que participan con una enorme ilusión e implicación en los talleres y sin cuya colaboración esta experiencia no sería posible.

Que la felicidad no se olvide de nadie.

CARTA:

«Queridos amigos,

Después de varios meses sin vernos os echamos de menos, os necesitamos, cuidaos mucho.

Cuando pase esta pandemia el objetivo fundamental de esta Federación será volver a estar con vosotros y a ello dedicaremos todos los esfuerzos que sean precisos.

Como no recordar tantos buenos momentos que hemos pasado juntos.

Aquel lejano primer día en el que llegamos por sorpresa a vuestras vidas. Os esperamos en la sala impacientemente. Entrasteis uno a uno y nos mirabais atónitos, un poco desconcertados, sin saber para que estábamos allí. Recordareis como empezamos el taller, con un balón de fútbol en las manos nos fuimos presentando todos. Vosotros como jugadores titulares, vuestros cuidadores y nosotros como cuadro técnico. ¡Empezábamos a ser un equipo!

Ayudándonos de la historia del fútbol comenzamos juntos un viaje a través de la memoria. En un clima de confianza iban aflorando vuestros recuerdos. Nos contasteis vuestros juegos de la infancia, con quien fuisteis al fútbol por primera vez, que música bailabais en los guateques, cual fue vuestro primer trabajo, vuestro primer amor, aquel viaje inolvidable…. Mil y una vivencias que quedaron recogidas en un libro de vida junto con las fotos que os traían vuestros familiares y que con orgullo mostrabais a los compañeros del equipo.

Nos conmovimos al ver vuestras caras de felicidad cuando las leyendas de nuestro fútbol os visitaron. Con cercanía y mucho cariño nos contaron sus experiencias y anécdotas personales como profesionales que han recorrido los campos de fútbol.

Hay algo inexplicable dentro de un estadio. Visitarlo del brazo de vuestros familiares despertó en vosotros antiguas sensaciones. Una mezcla de orgullo y compañerismo, de recuerdos y emociones que se heredan y se contagian. Recorrer el vestuario, la sala de prensa, bajar al terreno de juego acompañados por los veteranos del club que ejercían de improvisados guías, fueron, sin duda, momentos inolvidables.

 ¡Ay el dichoso fútbol!   ¡Que pasión!  ¡Y que decir de la visita al entrenamiento! Disfrutar de cerca de tantas figuras del fútbol actual, muchos de ellos ídolos de vuestros nietos, os trajo a la memoria las estrellas de vuestra época. ¡Alguno incluso queríais saltar al césped a entrenar con ellos!

Pasados 3 meses viéndonos y compartiendo experiencias de nuestras vidas llegamos a la última jornada. Rememoramos juntos lo vivido a lo largo del taller. En ese instante nos dimos cuenta que había surgido un vínculo especial entre todos que nos convertía en amigos. “Amigos para siempre”. «